CONTROL DE LA C-A-B


Para llevar a cabo el control del C-A-B es necesario tener conocimiento de algunas técnicas básicas referentes a la autonomía del ser humano en general, siendo estas las bases esenciales para controlar adecuadamente el estado del paciente.





1. OPTIMIZACIÓN DE LA CIRCULACIÓN (C)


Respecto a la optimización de la circulación la mejor opción es el masaje cardiaco externo que se efectúa al igual que la reanimación cardiopulmonar básica, realizando la frecuencia de 80-100 compresiones por minuto, y combinando con una ventilación cada cinco compresiones. Se recomienda realizarlo de manera sincronizada aun cuando el paciente se encuentre intubado, ya que no han existido mejores resultados con la técnica de masaje y ventilación sincronizados.
En lo que concierne al uso del cardiocompresor mecánico no está recomendada en la reanimación cardiopulmonar en niños, debido a que es complicado localizar el punto de compresión y el mantenimiento del lugar correcto.


2. OPTIMIZACIÓN DE LA APERTURA DE LA VÍA AÉREA (A)
Una de las mejores técnicas para la abertura de la vía aérea es la separación a través de la intubación endotraqueal, que debe realizarse tan pronto como sea posible. 
Hay que considerar que la intubación necesita de un tiempo para preparar el equipo necesario, mientras que debe mantenerse la apertura de la vía aérea que fue iniciada en la reanimación cardiopulmonar básica utilizando dispositivos que admiten prescindir la tracción del mentón, es el caso de las orofaríngeas o nasofaríngeas. 




3. OPTIMIZACIÓN DE LA VENTILACIÓN (B)

El principal objetivo es la ventilación comenzada durante la reanimación cardiopulmonar básica, y proveer oxígeno al paciente, en una escala suficiente para recuperar la respiración espontanea. A continuación, se especifican las formas de ventilación que pueden ser empleadas.

  • Ventilación con bolsa y mascarilla

La utilización de la bolsa de reanimación debe ser efectuada de manera simplificada, consiste en una bolsa autoinflable acompañada de una válvula que imposibilita la respiración del aire espirado. Existen tres tamaños diferentes de bolsas de reanimación:
  • El primero es el modelo neonatal que tiene una capacidad de 250 ml.
  • El segundo es el modelo infantil que tiene una capacidad de más de 450ml.
  • Por último el modelo de adultos que tiene una capacidad de 1.600-2.000ml. 

Por otra parte, tenemos las mascarillas faciales que también varían de tamaño y de la forma según la edad del paciente. La mascarilla realmente apropiada es la que proporciona un sellado hermético en el rostro, comenzando desde el puente de la nariz hasta la hendidura de la barbilla, es decir, que debe cubrir la nariz y la boca, exceptuándose los ojos de la persona.

  • Oxigenación

Cuando se esté realizando la reanimación cardiopulmonar, la ventilación con aire espirado otorga una FiO2 del 16-18%, con una compresión alveolar de oxigeno máximo 80 mmHg. 
El oxígeno lo administraremos en función de la  saturación; si el paciente está estable, con gafas  nasales a bajo flujo para evitar la hiperoxigenación.




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